Se acerca cada vez más el verano, y con él los riesgos de sufrir un golpe de calor o insolación debido a las altas temperaturas y a la humedad excesiva, que pueden producir la deshidratación del organismo. El golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. Así que es importante saber sus síntomas y las formas de prevenirlo.

Qué es

Nuestro cuerpo es capaz de disipar el calor mediante la radiación a través de la piel o mediante la evaporación del sudor. Sin embargo, cuando estamos expuestos a altas temperaturas, a mucha humedad o estamos haciendo esfuerzos físicos bajo el sol, nuestro cuerpo no consigue disipar suficientemente el calor, y la temperatura puede llegar a aumentar hasta 41 grados o más.

Los golpes de calor son una forma de hipertermia, es decir, una temperatura corporal elevada acompañada de síntomas físicos que incluyen cambios en la función del sistema nervioso. Otras formas de hipertermia menos grave son los calambres o el agotamiento.

Quienes más riesgos tienen de sufrirlo son las personas mayores, atletas o individuos que trabajen bajo el sol, y los bebés y niños. En la primera fase los síntomas más habituales son dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos. Y en una segunda etapa en la cual la temperatura corporal puede subir hasta los 40 grados en 10-15 minutos, pueden surgir calambres, convulsiones, alteración de la conciencia o desorientación. En estos casos hay que buscar ayuda médica de inmediato.

Cómo evitarlo

  • Evitando exposiciones prolongadas al sol, sobre todo de 12:00 a 17:00 horas.
  • Si estando al sol notas cierto cansancio o mareos, muévete a un lugar más fresco y aflójate la ropa.
  • La hidratación es vital: bebe agua en abundancia. Y evita las comidas pesadas que hacen aumentar la temperatura interna del cuerpo.
  • Usa ropa ligera que permita la transpiración para que tu cuerpo esté bien refrigerado. Y utiliza sombreros, gorras y gafas de sol que cubran adecuadamente la piel, cabeza y ojos.
  • Cuida especialmente de ancianos y niños menores de 3 años.

En caso de estar con una persona con aparentes síntomas de insolación, muévela a algún lugar fresco y con sombra y túmbala con la espalda recta y las piernas levantadas para favorecer la circulación de la sangre. Utiliza compresas de agua fría en la frente, la nuca, las axilas y el cuello , y procura que beba pequeños sorbos de agua para rehidratarse. Si su temperatura corporal no desciende acude inmediatamente a urgencias.


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